La historia, la cultura, los mitos y las leyendas son parte de nuestro pasado, nuestro presente y, sin lugar a dudas, de nuestro futuro.
En Somrurals creemos en la necesidad de ofrecerte los mejores servicios, las mejores casas rurales y los mejores alojamientos donde puedas encontrar aquello que realmente estás buscando. Y, además, la posibilidad de empaparte de historia, real o ficticia, de aquellos lugares próximos a tu estancia en los que puedas disfrutar.
Nuestra propuesta en este artículo es Miravet, un bonito pueblo situado en Tarragona, donde en su imponente castillo se esconden todas aquellas historias que la imaginación quiera alcanzar a imaginar.
¡Sigue leyendo y prepara una de las excursiones más fascinantes que podrás hacer!
Un poco de historia
Toda la historia de Miravet gira, inevitablemente, alrededor de su castillo…
Este pequeño pueblo situado en la Ribera del Ebro, tiene su origen en los íberos. Como se ha descubierto tras las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en el Castillo. Dando evidencias, además, de que el poblado que allí habitaba era de gran importancia en la comunidad.
Su privilegiada situación, a lo largo de todo el rio, permite una ubicación estratégica necesaria de conservar y defender a lo largo de la historia, tanto desde un punto de vista defensivo como económico.
Pese a que no se sabe con certeza de qué fecha data el castillo de Miravet, se cree que tiene su origen en el siglo XI, cuando los musulmanes permanecían asentados en el territorio.
El imponente castillo, declarado Monumento de Interés Nacional, pasó a ser propiedad de la Orden de los Caballeros Templarios en el siglo XII, gracias a su papel imprescindible en las conquistas de Lleida y Tortosa. Aunque se sabe que las tropas cristianas, bajo el control de Ramón Berenguer IV, en el año 1151, tomaron el castillo de Miravet y lo convirtieron en el centro estratégico de sus posesiones en Cataluña.
Se dice que las mejores conquistas de la época, como Mallorca y Valencia, se orquestaron tras las gruesas paredes de piedra que levantan el castillo y que, además, en ellas, se forjaron los mejores ejércitos de todo el reino.
Durante los siguientes siglos, el castillo fue testigo de muchas más batallas libradas, hasta que en la Guerra Civil Española, durante la Batalla del Ebro, que se inició el 25 de julio de 1938, el ejército franquista cruzó el río, se apoderó del castillo, y de toda Cataluña.
En el castillo de Miravet, símbolo de lucha de Cataluña, se siguen llevando a cabo actos de gran importancia, como cuando en el año 2006 se confeccionó el Estatuto Catalán firmando y dejando el recuerdo para las generaciones futuras en el propio castillo.

¿Qué ver?
Miravet es un pequeño pueblo que cuenta con apenas 800 habitantes en sus casas. Está ubicado en la comarca de la Ribera del Ebro, en Tarragona, y se halla a orillas de un rio que le otorga una valor defensivo inigualable.
Aunque sus magníficas calles, estrechas, antiguas y llenas de susurros del pasado, sea bonitas y dignas de ver y que sus diferentes senderos lleven a lugares increíbles, cargados de belleza, naturaleza en esta puro y unas vistas increíbles, lo más increíble y maravilloso del conjunto es, sin duda, el espectacular castillo que rige fuerte y hermoso a la vista de quienes llegan al lugar.
Las murallas que todavía se mantienen, aproximadamente unos 25 metros, cuentan su propia historia de cómo fue el asedio del rey Jaime en el año 1307, el de la guerra de los Segadores, en 1640 o la Guerra de Sucesión entre 1701 y 1715. Así como las que, durante el siglo XIX, se libraron con las guerras carlistas. Y, por supuesto, más en auge todavía, la de las vidas que se perdieron en la Guerra Civil Española.
De la arquitectura de este castillo debemos destacar la influencia de los Caballeros Templarios, quienes hacían girar todo cuanto en él hubiera alrededor de su iglesia interior, así como proveerse de todos los recursos posibles para poder ser completamente independientes y autosuficientes, por lo que en el mismo recinto se pueden ver vestigios de las caballerizas, la cisterna, el almacén, el granero, la bodega, la cocina, el refectorio… En definitiva, todo cuanto podían necesitar. Visitar el Castillo de Miravet es toda una experiencia inolvidable y, por ello, desde Somrurals te alentamos a que reserves ya tu casa rural y puedas disfrutar de unos días fantásticos.



